Ilustración de una misteriosa figura extranjera

En Cartagena existe una leyenda que ha perdurado a lo largo de los años y que aún hoy en día es tema de conversación entre los habitantes de la ciudad. Se trata de un enigmático extranjero que llegó a la ciudad por mar en el siglo XVIII, despertando la curiosidad y el temor de aquellos que lo conocieron.

Según cuentan los relatos populares, este hombre misterioso se instaló en una casa en la zona portuaria, donde vivía rodeado de lujo y extravagancia. Su presencia en Cartagena no pasó desapercibida, ya que su aspecto, con cicatrices en el rostro y mirada desafiante, generaba inquietud entre los lugareños.

Se rumoreaba que la casa en la que habitaba estaba embrujada, lo que alejaba a la gente del lugar. Desde ese lugar, se escuchaban extraños ruidos y se veían luces misteriosas durante la noche, alimentando así las leyendas que giraban en torno a este enigmático extranjero.

Las habladurías no tardaron en extenderse por la ciudad, atribuyendo la riqueza del extranjero a prácticas oscuras, como pactos con el diablo o tráfico de esclavos. Su extravagante mausoleo en el cementerio de Santa María, construido con mármol de la mejor calidad, solo contribuyó a alimentar la sospecha y el misterio que rodeaban su figura.

Tras su repentino fallecimiento, su tumba se convirtió en el centro de nuevos sucesos inexplicables. Luces brillantes emanaban del panteón, provocando el pánico entre los vecinos y despertando el temor a que el alma del extranjero atormentara la ciudad. Incluso después de su muerte, la presencia de este enigmático personaje seguía generando inquietud y misterio en Cartagena.

Santiago García, experto en misterios y autor de «Cartagena Legendaria», ha recopilado esta fascinante historia que perdura en el imaginario colectivo de la ciudad portuaria.

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