El Lunes Santo en Cartagena se celebra la procesión de las promesas, una tradición arraigada en la devoción y el fervor de sus habitantes. Desde el primer nazareno hasta la última promesa, cada participante sale a las calles como muestra de penitencia y cumplimiento de una promesa, dirigidas a la Virgen de La Piedad, quien, según la creencia popular, ha concedido los deseos de sus fieles en numerosas ocasiones.
Pocos recuerdan que antes de la imagen de La Piedad de José Capuz, se solía procesionar a otras vírgenes que evocaban a La Caridad. Esta tradición se remonta a años atrás, cuando la Virgen de La Caridad era patrona y se anhelaba verla desfilar por las calles de la ciudad. Sin embargo, en 1923 se decidió cambiar la denominación y llamarla “La Piedad”.
La llegada de la imagen a Cartagena en 1923 marcó un hito en la procesión del Lunes Santo, consolidándola como un evento de gran significado para la ciudad. Esta figura no solo reúne a devotos de diferentes cofradías, como los hermanos californios, resucitados, del Socorro y marrajos, sino que también simboliza la unión entre distintas hermandades, como ocurrió en la primera procesión posterior a la Guerra Civil en 1939.
Escrito por Equipo de Noticias Cartagena
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