El pecio será trasladado al laboratorio del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena para ser estabilizado y tratado.
El Gobierno regional en colaboración con el Ministerio de Cultura ha aprobado el plan para trasladar el pecio fenicio ‘Mazarrón II’ al laboratorio del Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQVA) con el propósito de estabilizarlo y tratarlo para su conservación.
Este avance es crucial para la preservación y futura exhibición de esta valiosa pieza arqueológica.
La propuesta fue presentada en una reunión del grupo de trabajo con la presencia del director general de Patrimonio Cultural de la Comunidad, José Francisco Lajara. El proyecto detalla los pasos a seguir para la extracción, transporte y depósito del pecio.
El costo de la extracción, estimado en 350.000 euros, será sufragado por el Gobierno regional. Se espera llevar a cabo las labores durante el mes de junio, aprovechando condiciones favorables en las mareas y corrientes.
Expertos en arqueología náutica y subacuática, conservación y restauración conforman el equipo redactor del proyecto. El consenso es que la extracción debe realizarse considerando las grietas existentes en el barco, con el fin de lograr un proceso seguro, estable y controlado.
Una vez extraído, el pecio será tratado en las instalaciones del ARQVA, las únicas equipadas para dicha labor.
El pecio fenicio ‘Mazarrón II’ fue descubierto en 1994 en la playa de la Isla del Puerto de Mazarrón. Se trata de una embarcación de más de 2.000 años de antigüedad, catalogada como Bien de Interés Cultural de la Región de Murcia.
Intervenciones arqueológicas
Desde 2018, la Consejería de Cultura junto al Museo Nacional de Arqueología Subacuática de Cartagena (ARQVA) lleva a cabo diversas intervenciones arqueológicas para monitorear el estado de conservación del pecio.
En 2021 se acordó extraer y tratar el pecio para garantizar su protección, salvaguarda y futura exposición, siguiendo criterios técnicos definidos por especialistas en la materia.
En 2023 se formalizó un protocolo de actuación y se firmó un convenio de colaboración con la Universidad de Valencia para actualizar la información existente sobre el barco y precisar el estado de conservación de la madera.
Los resultados de una reciente campaña de investigación arqueológica permitieron la elaboración del proyecto integral de extracción, tratamiento y conservación del pecio, que ahora ha sido presentado al grupo de trabajo para su aprobación y posterior licitación.
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