El Colegio Oficial de Economistas de la Región ha presentado hoy su Barómetro número 34, en el que se aborda la situación económica actual. A pesar de los desafíos geopolíticos, el alza en los precios de las materias primas y otras presiones, se proyecta una desaceleración en los próximos años.

Uno de los temas destacados en esta edición es la situación de la mujer en la economía, especialmente en lo que respecta a las desigualdades de género. A pesar de los avances sociales y políticos, aún persisten barreras que impiden alcanzar la plena igualdad entre hombres y mujeres.

Según la encuesta realizada, se percibe una ligera mejoría en la situación económica personal en comparación con el año anterior. Sin embargo, las expectativas para los próximos seis meses han disminuido ligeramente tanto a nivel nacional como en la Región de Murcia. A pesar de esto, se espera un crecimiento en 2024, liderado por los sectores del turismo, ocio, hostelería e industria agroalimentaria.

La encuesta también revela que la confianza en cuanto a la situación económica y financiera de las empresas ha comenzado a repuntar, aunque más de la mitad de los encuestados prevé una disminución en el consumo de las familias durante el primer semestre de 2024.

En relación con la igualdad de género en el mercado laboral, dos tercios de los encuestados coinciden en que las condiciones laborales entre hombres y mujeres, si bien históricamente desiguales, se han ido acercando en la última década. Los factores que más influyen en la desigualdad son las dificultades para acceder a puestos directivos (conocido como el “techo de cristal”), el empleo involuntario a tiempo parcial y los menores salarios para las mujeres.

Por otro lado, la mayoría de los encuestados considera que el trato igualitario en sus lugares de trabajo es «alto» o «muy alto». Las medidas más valoradas para combatir la discriminación de género son los programas de conciliación familiar y laboral, así como los conceptos retributivos objetivos. En contraste, más de la mitad de los encuestados considera que el empleo de un lenguaje no discriminatorio y neutral tiene una importancia o efectividad muy baja.

Por último, se observan diferencias significativas en el grado de discriminación entre diferentes sectores. Mientras que en servicios sanitarios, educación, comercio y actividades financieras se percibe un grado bajo de discriminación, en sectores como la construcción, la agricultura, la ganadería y el transporte, la discriminación es más evidente.

Es evidente que a pesar de los avances, la igualdad de género en el ámbito laboral todavía presenta desafíos significativos que requieren atención y acción.

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