Las Cruces de Mayo, celebración profundamente arraigada en Cartagena, tienen su origen en antiguas festividades que se remontan a épocas pre-cristianas. Esta tradición cultural, enraizada en el amor, la fertilidad de la tierra y la exaltación de la primavera, tiene sus raíces en fiestas que se celebraban durante el mes de mayo, conocido como el mes de las flores y la vegetación.
Una de las versiones cristianas de la historia cuenta que en el año 324 d.C., Santa Elena, madre del Emperador Constantino, fue enviada a buscar la cruz en la que Cristo fue crucificado. Tras encontrarla en Bizancio, se instauró la costumbre de conmemorar este hallazgo cada tres de mayo.
En Cartagena, esta celebración se relaciona con antiguas fiestas paganas, donde se solía colocar un tronco, conocido como «mayo», en las plazas de los pueblos para que los jóvenes bailaran y festejaran alrededor de él.
La tradición de las Cruces de Mayo se mantuvo viva a lo largo de los siglos, incluso en momentos en los que estuvo en declive. Fue gracias a la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Marrajos) que se recuperó esta festividad en el año 1975, asegurando su continuidad en la cultura local.
La vestimenta típica durante estos días incluye el traje característico cartagenero, detallado por Ramona Escarabajal: faldas de raso con lentejuelas, chaquetas de terciopelo negro, mantillas y peinados tradicionales tanto para mujeres como para hombres.
La rica tradición de las Cruces de Mayo en Cartagena nos recuerda la importancia de preservar nuestras costumbres locales. Es un evento que une pasado y presente, reflejando la identidad y la historia de nuestra ciudad.
Santi García. Rutas Misteriosas y autor de “Cartagena Legendaria”
Mantente actualizado de las noticias de Cartagena en nuestro Twitter e Instagram
